jueves, 28 de mayo de 2009

Mi Confrontación con la Docencia

Mi profesión de origen.
¿Cómo es que soy maestro?, esta pregunta me ha rondado desde hace tiempo, y para poderla contestar necesitamos remontarnos al pasado, corría el año de 1981 cuando un joven pueblerino inexperto, pero con ganas de salir adelante hizo su proceso de selección para ingresar a una escuela del Instituto Politécnico Nacional, pues entre sus planes estaba el ser químico farmaceútico, al iniciar ese ciclo escolar la novedad de la escuela, lo relajado de la disciplina, una mala elección de amistades, pero sobre todo de acciones, vinieron a dar al traste con ese sueño, pues medio año después me enfrenté a una baja temporal por reprobación, situación que significó mi abandono temporal de la escuela y enfrentar a mi familia y el fracaso, meses después mi padre me hizo la propuesta de realizar mi examen para ingresar a la Escuela Normal No. 5 de Chalco, la normal me pregunte ¿y ahí qué se estudia?, ahí se preparan los futuros maestros, he de reconocer que hasta ese momento y después de varios años de tenerlos enfrente, nunca me había preguntado dónde estudiaban, en fin, hice mi examen y lo acredité, así que, en septiembre de 1982 inició mi preparación que en junio de 1987 se vió concluida, en el transcurso de esos 5 años conocí los diversos grados de la educación primaria sus procesos, la convivencia con los alumnos y poco a poco aquel mundo hasta entonces para mi desconocido se fue apoderando de mi, nunca extrañe ni he extrañado el no haber estudiado esa profesión que en inicio era la idea, desde el momento en que comenzó mi aventura como docente la acepte y he de reconocer que he disfrutado cada uno de los momentos que han pasado.
Ser maestro…. Con cuanto orgullo y emoción vienen constantemente a mi pensamiento las frases contenidas en el juramento normalista…..
“Vivo en tiempos difíciles, de hambre , de envidias intelectuales, de compulsiones caòticas, de hostilidades inaceptables, pero a la vez, en un mundo lleno de esperanza y de fé, tengo ante mí vastos caminos que recorrer, escabrosas montañas que escalar, barro nuevo que esculpir, piedras preciosas que pulir, la inalcanzable lucha en la era apocalíptica del hombre moderno, al milagro maravilloso de la vida… el niño”
Para que después de jurar un buen número de veces concluyamos con la frase “Porque ser maestro es enfrentar al hombre ante la responsabilidad de mismo hombre”, y en mi particular punto de vista, eso es lo que significa ser maestro, ser eje que ayude a transformar la vida de otros, con una actitud creativa, infatigable e indomable.
Todo esto no es privativo de un nivel o de una edad o de algún tipo de alumnos, no, ser docente es sentirse útil, satisfecho de contribuir aunque en forma breve a formar nuevos miembros sociales, es dar todo y más por sacar adelante a nuevas generaciones, sin esperar nada a cambio, muchas veces se dice que el maestro vive del reconocimiento social, hoy digo que no es así, que independientemente de ello, la satisfacción personal es más importante, saber que ayudamos a los demás a ser alguien en la vida es el mejor pago que como docentes podemos tener.
Hoy después de 21 años de servicio, al rememorar a tantas gentes que estuvieron conmigo, no existe un sentimiento mas grande que la satisfacción de haberles servido, de haberme entregado con todas mis fuerzas, saberes y capacidades a esta labor.
Cierto, dentro de mis metas personales planteadas al egreso de esa escuela Normal, era atender alumnos durante 10 años para poder escalar a otros puestos, y lo logré, hoy tengo 11 años de no dar clases, y si, hay momentos en los que extraño a los alumnos, en que esas voces, risas, inocencias, con las que compartí mi vida me hacen falta, pero espero que la vida me permita regresar a las aulas y trabajar con ellos nuevamente para sentirme nuevamente vivo y útil para con mis alumnos.

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